ALTUNATUR: ARROYO DE LA ALDEA, ALDEANUEVA DE CAMEROS

Esta suave ruta comienza en el mismo pueblo, siguiendo siempre el curso del río. Lo primero que se pasa es la ermita de Santa Ana, y tras cruzar un pequeño puente, se empieza ya a remontar el pequeño arroyo, que discurre entre bosques de distintos tipos, alternando zonas rocosas con pequeños saltos de agua, y otras zonas más llanas, donde el arroyo fluye sinuoso entre las praderas.

A lo largo del recorrido podemos observar multitud de especies vegetales. Se atraviesan hayedos, robledales y finalmente el pinar de pino silvestre (Pinus sylvestris). Mezclados con las especies dominantes (Quercus pyrenaica y Fagus sylvatica) aparecen muchas otras especies de interés: arces, sobre todo el campestre (Acer campestre), fresnos (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana), tilos (Tilia platyphyllos), rosales silvestres (Rosa canina), espinos albares (Crataegus monogyna), manzanos silvestres o maguillos (Malus sylvestris), mostajos (Sorbus aria) endrinos (Prunus spinosa), cerezos silvestres (Prunus avium), enebros y sabinas (Juniperus sp.) y sauces (Salix sp.) acompañando siempre al arroyo.

Se puede dividir el recorrido en dos partes más o menos diferenciadas: la primera es la que corresponde al tramo más encajonado del arroyo, en la que la vegetación acompañante es más frondosa y diversa; la segunda, la del tramo más alto, es una zona de praderas, en la que la vegetación dominante son los pinares, muchos de ellos de repoblación, y en la que el arroyo formma meandros y pequeñas lagunas de aguas lentas.

Río atravesando el pueblo de Aldeanueva de Cameros, con un bonito puente.

Sauce (Salix sp.); en los tramos montanos es muy común el sauce de montaña (Salix atrocinerea), pero presenta gran facilidad de hibridación con otras especies de sauces.

Praderas de la parte final del recorrido, dominadas por pinos silvestres o albares (Pinus sylvestris), principalmente.

Lecho seco de una de las pequeñas charcas que se forman con las lluvias. En primavera son buenos lugares de cría para varias especies de anfibios, como la rana común (Pelophylax perezi) o el tritón palmeado (Lissotriton helveticus), entre otros.

Maguillo (Malus sylvestris). En la foto siguiente, sus hojas.

Madriguera de algún animal en un pequeño talud.

Menta de caballo (Mentha longifolia), ocupando el curso del arroyo.

Arroyo de la Aldea, discurriendo entre el bosque.

Matamoscas (Amanita muscaria), surgiendo entre la vegetación tras días de lluvias.

Pequeño cerramiento para proteger al ganado de las inclemencias, aprovechando un cortado rocoso.

Una de las muchas especies de escarabajos peloteros, que se alimentan de excrementos.

A mitad del recorrido, en una ladera orientada al sur, en solana, aparece un grupo de jaras o estrepas (Cistus laurifolius), siendo esta una de las zonas más occidentales de su distribución en La Rioja, cerca del Camero Viejo, donde son muy abundantes, ya que son la etapa de degradación de los bosques propios de esas zonas, generalmente encinares o quejigares. Aparece en ese enclave en particular porque encuentra un suelo adecuado, y porque al ser una planta mediterránea gusta de la exposición al sol.

Jara de hoja de laurel, estrepa o estrepa negral (Cistus laurifolius).

Bosque con tonalidades otoñales.

Roble rebollo o melojo (Quercus pyrenaica).

Hoja y bellotas de roble rebollo o melojo (Quercus pyrenaica), que presentan gran variación en cuanto a tamaños y grado de lobulado. Un rasgo característico es que son hojas bastante vellosas.

El rebollo (Quercus pyrenaica) tiene gran capacidad de rebrotar, por lo que el sotobosque de los robledales suele tener este aspecto, con numerosos retoños.

Corteza con las marcas que dejan los taladros de la madera de distintas especies.

Gran ejemplar de haya (Fagus sylvaticus).

Otro gran ejemplar de haya (Fagus sylvaticus).

Babosa común o limaco (Arion ater).

Helechos en el sotobosque.

Zona donde la roca aflora, casi desprovista de vegetación.

Distintas especies, cada una con sus tonalidades. En la parte central se puede ver un sauce, en la orilla del arroyo, con su característico verde grisáceo.