GARDUÑA (Martes foina)

  • Filo: Chordata
  • Clase: Mammalia
  • Orden: Carnivora
  • Suborden: Caniformia
  • Familia: Mustelidae




Ejemplar atropellado,  una importante causa de mortalidad de la especie.

  • Descripción: se trata de un mustélido de tamaño medio,  de color pardo, más claro en cuerpo y cabeza, y oscuro en las extremidades y la cola. La nariz es de color carne, y en cada pata posee 5 dedos. El pelaje es denso y largo, y la cola de tipo arbustiva y larga, rasgo típico de animales que desarrollan gran parte de su vida en los árboles. Además las garras son semiretráctiles. Todas estas características convierten a la garduña en uno de los mustélidos más ágiles que hay, asociando en muchas ocasiones sus movimientos con los de los felinos. La cabeza es puntiaguda, con forma de cuña. Los ojos son relativamente grandes y las orejas tienen forma redondeada. Los mismos rasgos que la hacen ágil en los árboles, la obligan a desplazarse a saltos y con el lomo arqueado cuando se encuentra en el suelo. Se han documentado algunos casos de melanismo (color negro).
  • Tamaño: puede medir entre 40 y 50 cm de largo. La cola es larga, midiendo entre 20 y 27 cm de longitud. No suele superer los 2 kg de peso, situándose el peso medio entre 1 kg y los 2 mencionados. Los machos son algo mayores y más corpulentos que las hembras.
  • Diferencias con la marta (Martes martes): estas dos especies son muy similares, e incluso comparten hábitat en multitud de áreas. De hecho poseen un antepasado común del que ambas proceden, siendo muy cercanas evolutivamente hablando. La garduña es algo más paticorta que la marta, y también más corpulenta. También tiene las orejas de menor tamaño y el hocico más achatado. Seguramente la característica más útil para diferenciarlas es el babero. En la garduña éste es de color blanco, y se abre en forma de horquilla con los extremos dirigidos hacia las patas delanteras. Sin embargo, en la marta esta mancha es amarillenta o anaranjada. En el caso de La Rioja, no se puede confundir ya que la marta sólo penetra en las sierras del Norte (Obarenes y Toloño), no estando presente en el Sistema Ibérico. La presencia de este patrón de colores en los baberos es un rasgo que aparece de manera frecuente en varias especies típicas de bosques de coníferas del hemisferio norte, como las citadas marta y garduña, y además la marta cibelina (Marta zibellina), la marta japonesa (Marta melampus) o la marta americana (Marta americana)

Detalle de la pata anterior

  • Distribución:
-Mundial: se encuentra en casi toda Europa, a excepción de los países escandinavos, las Islas Británicas y varias islas del Mediterráneo. Se extiende también por Asia, pasando por la zona de Anatolia y Oriente Próximo y llegando hasta China. Ocupa la parte central de Asia (Mongolia y vertiente norte del Himalaya). La teoría es que la garduña llegó a Europa desde Oriente Próximo a finales del Pleistoceno, y que no fue hasta mediados o finales del Holoceno cuando llegó a las zonas del sur y oeste de Europa, entre ellas la península ibérica Parece que en Estados Unidos, más concretamente en el estado de Wisconsin, hay alguna población formada a partir de ejemplares huidos de la industria peletera.
-España: está presente en toda la península, aunque de manera irregular, puesto que en determinadas zonas es muy abundante y en otras, por diferentes factores, lo es menos. Estuvo presente también en Ibiza, como consecuencia de una o varias introducciones que datan de la época bizantina. Esta población se creía extinta en la actualidad, aunque en los últimos años han aparecido pruebas que pueden indicar que aún sobreviven algunos individuos en la isla.
-La Rioja: la podemos encontrar prácticamente en todo el territorio, desde los bosques de ribera del río Ebro, hasta la alta montaña, incluyendo todo tipo de bosques (pinares, hayedos, bosques mixtos, robledales, encinares, bosques de ribera...) y matorrales, e incluso en zonas de cultivo. Presenta las menores densidades en medios como repoblaciones forestales (por ejemplo pinares muy densos y sin sotobosque), o en grandes áreas cerealistas.
  • Hábitat: es capaz de vivir y proliferar en hábitats muy diversos (encinares, bosques atlánticos, bosques de montaña, alta montaña, bosques de ribera, etc.). Además, y aunque está perfectamente adaptada a la vida en los árboles, es común encontrarla en zonas no muy arboladas, como áreas de matorral o rocosas. Esto es algo más propio de las zonas mediterráneas de su distribución. En determinadas zonas del centro de Asia es capaz incluso de vivir en mesetas semidesérticas. No es extraño que se aventure cerca de zonas urbanas y rurales, adentrándose incluso en gallineros para dar caza a aves de corral o robar sus huevos. Se ha observado que intenta evitar las zonas de eucaliptos intensivos, en Portugal, Galicia y la fachada cantábrica. También se ha observado que muestran una clara preferencia por zonas "sucias", con abundante matorral, siendo la presencia de éste más importante que la presencia de árboles. Por ejemplo, en el caso de dehesas con el sotobosque demasiado claro, la garduña es escasa. En general, aunque de mayor importancia en zonas mediterráneas, los hábitats de ribera son de gran importancia para la garduña, ya que usan los corredores de vegetación para desplazarse entre unos territorios y otros, para descansar durante el día y para cazar. Es capaz de llegar hasta la alta montaña, alcanzando los 2.000 m en Pirineos.
  • Costumbres: presenta un carácter eminentemente nocturno, y por lo tanto posee unos sentidos  muy bien desarrollados, carácter propio de cualquier depredador. En otoño-invierno su actividad diurna es prácticamente nula, activándose a partir del ocaso. Es un animal solitario, y los machos defienden un territorio, que se solapa con los territorios más pequeños de dos o tres hembras. El área de campeo de un macho adulto puede ser de 2-3 kilómetros cuadrados, pero en zonas de abundancia de alimento puede limitarse a unos cientos de hectáreas.
  • Dieta: se trata de un cazador hábil, generalista y oportunista, que basa su dieta en mamíferos y aves de pequeño tamaño, lo que complementa con insectos, huevos, frutos, miel, anfibios, reptiles... Es capaz de adaptarse perfectamente a la disponibilidad de presas de cada momento y lugar. Aunque sí que presenta una marcada preferencia por los micromamíferos (roedores, conejos, musarañas...) en primavera y verano, cuando son más abundantes, y por los frutos en otoño e invierno (es muy común en esta época observar excrementos repletos de semillas de rosal silvestre, Rosa canina). Este carácter variable se refleja claramente en los distintos hábitats que están presentes en la península ibérica. Así, en zonas de robledales del norte de Castilla y León y vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, los ratones de campo y las musarañas suponen el 15 y el 13%, respectivamente, en cuanto a volumen de la dieta. Sin embargo, en zonas del noroeste, como Galicia, los frutos, sobre todo los cultivados, pueden llegar a suponer el 70 o incluso el 100% de su dieta, según la época. En hábitats marcadamente mediterráneos, la garduña llega a consumir los frutos de más de 30 especies. En sierras mediterráneas de la fachada oriental de la península los micromamíferos representan el 45-50% del volumen de la dieta, y en segundo lugar en importancia están, de nuevo, los frutos, con el 18%. En zonas del suroeste y del sureste, en la época de primavera y verano, la presa principal de la garduña es el conejo (Oryctolagus cuniculus), ya que es en ese momento cuando los conejos tienen a las crías. En otoño e invierno las garduñas de estas zonas vuelven a preferir los micromamíferos del tipo ratones y musarañas, y los frutos. Es común también que las garduñas coman huevos de aves, llegando incluso a enfrentarse a grandes pájaros para expulsarlos del nido. Además se ha comprobado que también se alimentan de carroña. En zonas con mayor competencia con otros depredadores, la garduña consume gran cantidad de insectos y frutos. En cuanto a la relación marta-garduña, se ha visto que la marta prefiere micromamíferos y aves, mientras que la garduña en muchas ocasiones prefiere los insectos y los frutos, en aquellas zonas donde ambas coinciden. Incluso si ambas se alimentan en la misma zona de micromamíferos, la marta prefiere los forestales, tales como lirones o ardillas, mientras que la garduña busca los que frecuentan las zonas abiertas, como los topillos o los ratones. De este modo se explica que dos especies tan similares en cuanto a requerimientos de hábitat y alimento sean capaces de convivir en perfecta armonía en los mismos lugares. Cuando los roedores escasean, la garduña busca mamíferos como musarañas, que presentan unas poblaciones más estables a lo largo del año. En el caso de la gineta, con la que casi siempre comparte hábitat en la península, la garduña se aliementa de ciertas cosas que la gineta no consume, como hongos, moras o conejos. Sí que coinciden en alimentos como los ratones de campo o los higos. El hecho de que se alimente muy frecuentemente de frutos la convierte en una importantísima dispersante de semillas. 
  • Depredadores: en España puede ser presa del zorro (Vulpes vulpes), de perros, de grandes rapaces como el águila real (Aquila chrysaetos), el águila imperial (Aquila adalberti), búho real (Bubo bubo) y gato montés (Felis silvestris). En Europa también es cazada por el lince boreal (Lynx lynx) y otras grandes rapaces forestales. Dado sus hábitos nocturnos, será más probable que sea presa del búho que de águilas.  Y hay que tener en cuenta también, que dada su fiereza, típica de los mustélidos, los depredadores en general preferirán otras presas, optando por cazar a la garduña cuando sea muy necesario para ellos, o en ocasiones simplemente como defensa territorial porque ambas especies se crucen.
  • Relaciones interespecíficas: como ya se ha comentado antes, la garduña comparte hábitat con la marta en muchas ocasiones, sin que ello ocasione problemas. Hay hipótesis que sugieren que la marta, más ubicua de ambientes forestales mixtos y húmedos, es capaz de desplazar a la garduña a zonas más desfavorables, como pueden ser las zonas rocosas o las humanizadas, dado que la garduña es más adaptable y probablemente más termófila (busca zonas con temperaturas más cálidas). Esto ocurre por ejemplo en el norte de España, pero no ocurre en el sur, en las zonas mediterráneas donde no hay martas. En estas últimas zonas la garduña ocupa los ambientes menos humanizados. Sin embargo estas hipótesis de que sean termófilas, o de que la marta las desplaza, no han podido ser demostradas del todo. Lo cierto es que la garduña sí que es capaz de alterar sus hábitos y su dieta, para no competir directamente con la marta. Se ha visto que es incluso capaz de cambiar de horarios para evitar los encuentros con las martas.
  • Densidad poblacional: en zonas no humanizadas del centro de Europa se habla de aproximadamente 1 individuo/km2    
  • Reproducción: alcanza la madurez sexual a los 1,5-3 años, y tienen dos épocas de celo: una en enero-febrero y otra en verano (junio-julio-agosto). Dado su carácter solitario, machos y hembras sólo se juntan para reproducirse. Durante esta época, los machos recorren grandes distancias durante aproximadamente dos semanas en busca de hembras, emitiendo gritos e incluso luchando contra otros machos. Las hembras segregan sustancias atrayentes y también emiten ruidos. Una vez se encuentran macho y hembra, comienzan una serie de juegos y persecuciones que pueden llegara durar una hora. El macho la agarra por el cuello para la cópula. En la garduña tiene lugar un fenómeno llamado implantación diferida. Es una parada en el desarrollo embrionario: tras la fecundación, el cigoto se desarrolla hasta la fase de blastocito, donde se detiene hasta la llegada del mes de enero-febrero, para así poder dar a luz en primavera, tras algo menos de dos meses de gestación. La camada constará de entre 2 y 7 crías ciegas y sordas, que son mantenidas en una madriguera, que puede haber sido construida por otro animal o simplemente ser una oquedad natural del terreno, bajo un árbol, entre rocas, etc. Los cachorros maman hasta que tienen 2-3 meses. A partir de entonces, la hembra los cambiará de madriguera frecuentemente. También empiezan a acompañar a la madre de caza. Para finales de otoño o principios de invierno los jóvenes ya son capaces de cazar solos, y pueden abandonar el territorio materno en busca del suyo propio. Algunos se quedan en el territorio de la madre durante unos meses más.
  • Estatus  de conservación: según la UICN, Preocupación Menor (LC), tanto en España como a nivel mundial.
  • Amenazas: la garduña no sufre los problemas de otras muchas especies, dado su carácter generalista y adaptable, por lo que la pérdida o degradación de hábitats autóctonos no le ha afectado tanto como a otras especies. Pese a esto, la destrucción y fragmentación de los bosques son una de sus mayores amenazas. Otra importante causa de mortalidad de la garduña son los atropellos. En el caso de las garduñas de ámbitos urbanos, otro riesgo es su costumbre de resguardarse dentro de la carrocería de los vehículos, al igual que hacen los gatos. Esto les puede provocar heridas, además de un sentimiento de rechazo hacia ellas. Otro factor en contra es la animadversión que, al igual que el resto de depredadores, despierta hacia ciertos sectores humanos, lo que ha causado décadas de persecución. En algunas zonas también se les daba caza por su piel.



  • Huellas y señales: es difícil diferenciar las huellas de la garduña, y sus excrementos muchas veces son similares a los de otros animales como turones o incluso zorros. Además sus excrementos varían mucho en función de lo que comen, que a su vez varía según la época del año y el hábitat.
  • Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Martes_foina
https://www.faunaiberica.org/garduna
http://www.vertebradosibericos.org/mamiferos/marfoi.html



1 comentario:

  1. Vivo en la Serranía de València, junto a la CV35, también por esta carretera los atropellos son importantes.

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