Las modalidades de pesca se pueden clasificar en función de diversos criterios:
- Según el cebo (vivo/artificial):
- Cebo vivo: lo más común es utilizar la lombriz de tierra como cebo, siendo el único cebo vivo permitido para la pesca de la trucha en La Rioja. En algunos embalses y en el río Ebro está permitido utilizar pez como cebo, otros invertebrados, como la larva de mosca.
- Cebo artificial: es muy común el empleo de señuelos artificiales, que imitan animales como pececillos, moscas, gusanos, etc. Lo más utilizado son las ninfas, las moscas, las cucharilas.
- Según el modo:
- A fondo: consiste en lanzar el cebo, junto con un plomo, para que se quede estático en el fondo del río, y esperar a que el pez pique.
- A corcho, boya, o con otro tipo de flotador: consiste en acoplar una boya, o algo que flote, al cebo, para que se mantenga flotando a la profundidad que elijamos.
- A tiento: técnica muy empleada para la pesca de la trucha. Se puede realizar con lombriz o con ninfas como cebo, y consiste en lanzarlo y dejar que la corriente lo lleve río abajo. Es probablemente la que consigue mejor imitar el movimiento natural del cebo, ya que se mueve a merced de la corriente, por el fondo del río. Se puede sostener el sedal con una mano, con lo que se consigue sentir las vibraciones al otro lado del sedal, para notar cuando el cebo golpea con el fondo, o cuando un pez está mordisqueando el cebo.
- A lance: generalmente se emplean señuelos que imitan a pequeños peces. Las más utilizadas para la pesca de la trucha son las cucharillas, pero en el Ebro y en los embalses también se emplean binilos de plástico o rapalas.
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