SILURO (Silurus glanis)



Gran ejemplar pescado en Logroño
  • Orden: Siluriformes
  • Familia: Siluridae


El mayor pez de agua dulce de Europa, y uno de los más grandes de todo el mundo.
Su rasgo más característico son sus largos bigotes o barbillones. En total tiene tres pares, aunque es el par superior, el que tiene encima de la boca (en la mandíbula superior), el que más se aprecia. Los utiliza a modo de bastón de ciego. Con ellos va palpando el fondo en busca se comida, ya que es prácticamente ciego. Además de esto, tiene un sentido del olfato extraordinario, pero quizás su sentido más desarrollado sea su capacidad para detectar las vibraciones en el agua, gracias a su línea lateral, llena de receptores, que le recorre todo el cuerpo longitudinalmente.
Tiene el cuerpo muy alargado. Más de la mitad de su longitud total está constituida por la cola, con una aleta anal muy larga y comprimida lateralmente. Carece de escamas. En su lugar presenta una abundante mucosa que le recubre todo el cuerpo. Su cabeza es muy grande y tiene dos ojos diminutos en relación al cuerpo. La aleta dorsal también es pequeña en proporción con el cuerpo. Su dentadura tiene aspecto de lija, para impedir que las presas puedan escaparse.
Fórmula de las aletas: D.3-5, A.77-92, V.11-13, P.1/14-17, C.17.
Su coloración es variable, aunque lo normal es que en la parte dorsal presente tonos verdosos, oscuros, y en la parte ventral tonos claros, teniendo todo el cuerpo salpicado de manchas irregulares oscuras.

Aquí se aprecian sus largos barbillones. En este caso se trata de un alevín.

  • Distribución: 
    • Mundial: es originario de los grandes ríos y lagos del centro de Europa y Europa del este, pero ha sido introducido en numerosos países del resto del continente, debido a su atractivo para la pesca, por los enormes tamaños que alcanza. Entre los países en los que ha sido introducido se encuentran Inglaterra, Francia, Italia. Pero el caso más destacado es el de España.
    • España: aquí fue introducido en la década de los 70, de forma deliberada, por un pescador alemán, quien trajo unos pocos alevines y los liberó en un embalse del tramo bajo del Ebro, entre las provincias Zaragoza y Tarragona. A partir de estos pocos ejemplares el siluro ha conseguido multiplicarse, y ayudado también por los pescadores, ha conseguido colonizar prácticamente todo el Ebro, e incluso otras cuencas, como las del Tajo, habiendo aparecido también en puntos como la Albufera de Valencia. Esto ha ocasionado la disminución de muchas poblaciones de especies autóctonas de estos ríos, ya que se trata de un depredador voraz y muy adaptable, que ha encontrado en España, y en particular en el Ebro, un hábitat ideal, debido a que tiene unas aguas turbias que le facilitan la caza y el resguardo, y que las temperaturas más altas que las de sus lugares de origen le permiten crecer durante más meses al año y más rápido.
    • La Rioja: de momento sólo es posible encontrarlo en el río Ebro. No remonta ninguno de sus afluentes debido a sus bajos caudales. 

  • Hábitat: aunque es bastante adaptable, tiene preferencias. Estas son aguas caudalosas, mejor si son turbias y con fondo más bien blando, con suficientes recovecos para ocultarse. Habita tanto en aguas calmadas como en ríos, ya que no desprecia las corrientes. Al contrario, suele buscarlas a la hora de cazar.

  • Dieta: es un depredador voraz y oportunista. Su dieta es variable en función de la edad, y en consecuencia del tamaño. Cuando son alevines buscan sobre todo invertebrados, como lombrices, gambas, pulgas de agua, alevines de otros peces, renacuajos... A medida que crece va añadiendo presas más grandes a su dieta, y cuando alcanza tamaños considerables comerá cualquier cosa que le quepa en la boca, que no es pequeña. Peces de todos los tamaños, cangrejos, carroña, e incluso aves acuáticas, reptiles, pequeños mamíferos... Se han registrado casos de ataques a perros, a tortugas, etc. También pueden practicar el canibalismo. Pese a lo dicho anteriormente sobre su sentido del tacto, el siluro caza principalmente con los sentidos del gusto y del olfato, siguiendo rastros químicos de sus presas en el agua, y una vez que la encuentra y consigue acercarse a ella sí que utiliza sus bigotes para terminar de concretar su posición. Según un estudio de la dieta de los siluros ibéricos, los menores de 30 cm se alimentan principalmente  de invertebrados acuáticos y pequeños peces. A partir de este tamaño ya se empiezan a alimentar principalmente de peces y cangrejos. De entre los peces que conforman su dieta destacan los ciprínidos. Los ejemplares mayores a 1 m o 1,2 m ya son capaces de capturar aves acuáticas, como gallinetas, y pequeños mamíferos ribereños. Se ha observad que cuanto más reciente es la introducción del siluro en un lugar, más presencia de peces hay en su dieta, y como consecuencia crecen más rápido. Sin embargo, cuando el siluro lleva más tiempo en un lugar, el cangrejo rojo empieza a tener más importancia en su dieta, y crecen más despacio.

Siluro nadando a media agua; no siempre se mueven por el fondo.

  • Tamaño: como se dice anteriormente, se trata del mayor pez de agua dulce de todo el continente europeo, y no queda muy atrás de los mayores peces de agua dulce del mundo. No es extraño que supere los 2 metros de largo y los 100 kilos de peso, dándose cada vez tallas más grandes, sobre todo en España, debido a las condiciones de temperatura y alimento. Primero crecen a lo largo, alcanzando pronto longitudes considerables, y a medida que se hacen más  viejos van creciendo en grosor. Las hembras, por lo general, son más anchas y grandes que los machos, más alargados.
Ejemplar juvenil.

  • Reproducción: tiene lugar entre los meses de abril y junio. Es decir, en primavera, aunque las fechas varían mucho en función de las temperaturas de las aguas de cada zona. Buscan zonas someras con vegetación sumergida para depositar los huevos. Para ello, los machos defienden pequeños territorios y una vez realizada la puesta se quedarán un tiempo custodiándola. Alcanzan la madurez sexual a los 3 o 4 años, cuando miden entre 40 y 70 cm. 

  • Comportamiento: se trata de una especie generalmente nocturna, que en aguas turbias puede estar activo también durante las horas de luz. Se suele presentar más activo a las horas del amanecer y del anochecer. En general es una especie sedentaria que no se desplaza mucho de su territorio.
Se ha observado que en los embalses donde hay siluro disminuye la presencia de aves acuáticas, aunque no se ha podido demostrar todavía si esto es debido a la depredación directa por parte del siluro, o a que las aves aprenden a evitar las aguas habitadas por este pez.

  • Crecimiento: de media, los siluros alcanzan unos 30 cm en su primer año de vida, 50 cm a los dos años, y 100 cm cuando ya tienen entre 6 y 7 años, variando mucho según la temperatura y la disponibilidad de alimento. 

  •  Longevidad: los machos son más longevos que las hembras. Se han datado edades de 26 años en el Delta del Danubio.


Aleta dorsal muy reducida.









Aleta pectoral.



Mandíbula inferior prominente.


Aquí podemos apreciar sus dientes, a modo de lija, con los que atrapan a sus presas con gran efectividad, y que causan molestas heridas si no se emplean guantes para manipularlos.

Su gran cabeza vista desde arriba


  •  Problemática del siluro: el siluro, como especie exótica invasora, es dañino para el ecosistema fluvial. Eso es algo que nadie puede negar. Si bien es cierto que, en mi opinión, hay problemas más graves y cuyas soluciones urgen más que el problema del siluro. Me refiero a la gestión que se hace de los ríos. Aún en nuestros días se siguen destruyendo ecosistemas enteros, incluso en nuestro país, que se supone que es avanzado. No es raro ver excavadoras y demás maquinaria pesada moviendo tierra una y otra vez intentando transformar el cauce y las orillas de nuestros ríos. Estas obras, que aunque se sabe que son inútiles, se siguen haciendo frecuentemente. Con estas actuaciones, encaminadas a doblegar el devenir natural de los ríos, sólo se consigue malgastar dinero público, y lo que es peor, destruir un ecosistema, el fluvial, por completo. Ecosistema que atesora la mayor biodiversidad en nuestras latitudes. Además de estas obras, tampoco es extraño ver todavía numerosos vertidos que se realizan directamente a los ríos. Incluso hablando de especies exóticas, el siluro no es el único. Es más, el ICONA, encargado del medio ambiente en España a finales del siglo pasado, tuvo la brillante idea de traer el lucio y el black bass directamente a nuestras aguas. Y por supuesto aquí siguen, ya que es prácticamente imposible erradicarlas. Con todo esto no pretendo defender al siluro. Yo soy pescador, pero la conservación de la biodiversidad siempre estará por delante para mí. En conclusión, quiero decir que me parece absurda la nueva ley que obliga a los pescadores a sacrificar a los siluros. Me parece absurda porque por muchos siluros que se sacrifique, erradicarlos es ya imposible. He pasado horas y horas recorriendo el Ebro y escrutando sus orillas, y la cantidad de alevines que se pueden ver es impresionante. Además, pienso que no se puede obligar a nadie a sacrificar a ningún animal, y que antes se debería empezar a dar un tratamiento adecuado a los ríos, y dejar de tratarlos como meras vías que transportan agua, para empezar a valorar lo que de verdad son, ecosistemas enormemente ricos. En conclusión, si eres pescador y lees esto, cuando pesques un siluro eres libre de hacer lo que quieras con él: matarlo, soltarlo, comértelo, etc. Si lo sacrificas estás eliminando un individuo de esa especie dañina, eso es cierto. Pero pregúntate si esa acción va a servir de algo realmente, y sobre todo,  primero DEFIENDE TUS RÍOS.
Ejemplar con un bonito tono amarillento.

Siluro en aguas poco profundas


Siluro de gran tamaño oculto bajo unas plantas acuáticas del género Potamogeton , en un tramo del Ebro con poco caudal.

Varios ejemplares juveniles (20-30 cm) apelotonados en una poza en la que habían quedado atrapados por el bajo nivel del agua. Los siluros toleran el contacto directo con sus congéneres y en muchas ocasiones se agrupan en los fondos durante las horas de inactividad.
















3 comentarios:

  1. Ya en serio. Aunque no se vaya a conseguir erradicar el siluto si se mata después de pescarlo, aún así, ¿no sería un pequeño gesto para que al menos unos cuantos peces autóctonos no sean comidos por esta especie invasora? (Te pregunta uno que no tiene ni idea del tema)

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    1. 3:09
      Es cierto que el siluro que sacrifiques ya no va a eliminar más peces. Pero rápidamente otro siluro ocuparía su lugar y surgiría el mismo problema. Además hay que tener en cuenta que en el Ebro, y en otros muchos ríos de España, la mitad de las especies presentes ya son exóticas, y el siluro también depreda sobre ellas, controlándolas en mayor o menor medida. Estas especies son tan dañinas o más que el siluro (percasol, black bass, lucio, cangrejo rojo americano...)

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  2. Entiendo. Gracias por su respuesta.

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