ARROYO DE GILBARRENA

Una de las cascadas que aparecen en el recorrido.

Arroyo de la Zalaya

Bosques mixtos ocupan las zonas más frescas

Una enorme frondosidad se desarrolla en este y otros arroyos del Alto Oja, creando ambientes casi más propios de la zona norte del país.

Arroyo de Gilbarrena

Arroyo de Gilbarrena

Otra de las cascadas que forma el arroyo.

Arroyo de Gilbarrena, con riberas frescas pobladas de avellanos (Corylus avellana), cerezos (Prunus avium), fresnos (Fraxinus spp), e incluso algún castaño (Castanea sativa).

Al fondo se observa la ermita de Santa Bárbara, coronando la colina cuyas laderas están pobladas de escobas o retamas (Cytisus scoparius y Genista florida), con los tonos amarillos propios de su floración.


Frondosos bosques mixtos, que antaño ocuparon casi todas las laderas de esta zona, resisten aún en algunas umbrías. Es recomendable acudir a este valle en primavera, para presenciar la floración de los abundantes cerezos silvestres (Prunus avium), que aparecen repartidos, entremezclados con otras especies arbóreas.

Panorámica del valle, donde se observa cómo algunas laderas están actualmente ocupadas por bosques alóctonos, en este caso de abetos de Douglas (Pseudotsuga menziesii), originarios de la costa oeste de Norteamérica.

Tritón palmeado (Lissotriton helveticus) en un abrevadero 

Tritón palmeado (Lissotriton helveticus) en un abrevadero 

Tritón palmeado (Lissotriton helveticus) en un abrevadero 


Arroyo de Gilbarrena (en rojo), por el que discurre de manera paralela el sendero. Cilbarrena es el pueblo,que se encuentra en ruinas en la actualidad.

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