ANÁLISIS Y RESUMEN DE LA DISTRIBUCIÓN DE LOS PECES DE LA RIOJA

En los siguientes párrafos trataré de resumir los aspectos más importantes que determinan la presencia o ausencia en distintos ambientes fluviales de las especies de peces que habitan en La Rioja, tanto autóctonas como alóctonas, es decir, introducidas.
Para realizarlo, me he servido de estudios previamente realizados, entre los que es de destacar la Guía de los peces de La Rioja, publicada por el Gobierno de La Rioja en el año 2006, del autor Carlos Zaldívar Ezquerro. Esta guía, muy detallada y recomendable, mamó a su vez de otros estudios todavía más antiguos, algunos de ellos realizados por zoólogos extranjeros, como Franz Steindachner, que viajaron a España para estudiar su desconocida fauna piscícola-aparte de los propios conocimientos del equipo que participó para escribir el libro, por supuesto-. Como investigadores nacionales, hay que destacar el papel fundamental que tuvo Luis Lozano Rey, doctor en Ciencias Naturales madrileño que se encargó de recopilar multitud de datos sobre los peces y el estado de sus poblaciones a lo largo de todo el país. Publicó “Los peces fluviales de España” en 1935.
Como apunte personal, añado ciertos aspectos que durante el tiempo que he dedicado a observar los tramos más cercanos a mí he podido ir comprobando, sobre todo en lo referido a descensos poblacionales de ciertas especies autóctonas, que poco a poco nos van abandonando, ante la ignorancia y pasividad de la mayor parte de la población. Estas conclusiones son también fruto de las experiencias vividas por varias personas con las que he ido hablando, que han pasado largas horas de sus vidas recorriéndolos, la mayoría para pescar, especialmente mi padre, que, al haber nacido a orillas del bajo Iregua, ha visto, y me ha narrado, cómo ha ido cambiando este tramo durante los años.
Es cierto que nuestros ríos gozan ahora de un estado de salud bastante mejor que el de las pasadas décadas, cuando los vertidos eran directamente echados al río. Sin embargo, quizás para muchas especies este pasado haya sido demasiado agresivo y sigan pagando las consecuencias a día de hoy. Dicho sea también, que todavía nos queda mucho, muchísimo, por mejorar en materia de la conservación de los ríos. Es preciso cambiar no solo su estado legal, sino también la concepción que la sociedad tiene de estos lugares, que más allá de ser simples corrientes que nos proveen de agua, son entes muy complejos, conformados por muchas partes diferentes que hacen un todo. Un elemento que quizás sea el más destacable, por su enorme reducción durante años, es el bosque de ribera, es decir, el conjunto de vegetación que crece a orillas de los cursos de agua, y que es refugio para multitud de fauna, además de contribuir al dinamismo morfológico de los cauces, sosteniendo las orillas, protegiendo de las avenidas, etc. Otro problema comparable en gravedad a la pérdida de estos bosques de ribera es, sin duda, las alteraciones directas en el cauce, como dragados, encauzados, etc., que reducen el hábitat disponible de una manera drástica, dejando sin nicho a multitud de especies acuáticas, que ven como su ecosistema se simplifica, dejándoles fuera. No hay que olvidar tampoco la contaminación, que, aunque mucho más controlada en la actualidad, sigue siendo un problema muy importante para nuestros ya maltrechos ríos.
Y ya sin más dilación, aquí dejo el resumen de las distribuciones de las especies riojanas (algunos nombres científicos han cambiado respecto a los que tenían cuando se publicó el libro). -la taxonomía en ocasiones es compleja, y en algunos casos como es el del cacho o bagre he tenido que investigar bastante para averiguar cuál era realmente la especie que se encontraba en La Rioja-.

ORDEN ACIPENSERIFORMES
Familia Acipenseridae
  • Esturión común (Acipenser sturio): hay constancia de que este legendario pez llegaba al tramo riojano del Ebro hasta aproximadamente el siglo XIII. Después desafortunadamente desapareció, a causa seguramente de la sobrepesca.

ORDEN ANGUILLIFORMES
Familia Anguillidae
  • Anguila europea (Anguilla anguilla): era fácil encontrar anguilas en La Rioja, que ascendían desde el Mediterráneo por el Ebro e incluso remontaban bastante sus afluentes. Podían llegar hasta alrededor de los 1.000 metros de altitud remontando el Oja, el Najerilla o el Iregua. Sin embargo, desde la construcción de las grandes presas del Ebro en la década de los 60, la anguila ya no puede llegar a La Rioja, y las que hay en nuestras aguas son fruto de repoblaciones que la Administración periódicamente realiza. Esto se debe a que la anguila debe volver al mar para reproducirse, por lo que los ejemplares existentes en nuestra región no pueden mantener la población a lo largo del tiempo. En general es un pez muy adaptable, por lo que puede vivir en muchos ambientes. Además, tienen mayor capacidad de colonización que otras especies de peces, pudiendo desplazarse incluso por acequias con muy poca agua. Actualmente aparecen ejemplares a lo largo del Ebro y en varios embalses, tanto del valle como de la montaña (La Grajera, Valbornedo, El Perdiguero, González-Lacasa, Mansilla, Pajares…). De estas masas pueden remontar por sus afluentes e incluso huir por los sobraderos, o por otros medios, y acabar en distintos tramos de río, donde seguramente sobreviven durante años. Por esto, es difícil determinar su distribución real, pudiendo vivir, como se ha dicho, en casi cualquier masa o curso de agua al que llegue. 
 


ORDEN ESOCIFORMES
Familia Esocidae
  • Lucio (Esox lucius): fue introducida en España por el Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza en el año 1949. Parece que las primeras observaciones en La Rioja datan de los años 70, también como consecuencia de sueltas realizadas por la Administración en laa vecina Tudela. Es un pez que necesita aguas tranquilas, con vegetación sumergida y que no presenten grandes oscilaciones de nivel a lo largo del año. Esto hace que su distribución esté limitada, sobre todo a algunas balsas y embalses del valle del Ebro, como La Grajera, Valbornedo, El Perdiguero… y a aquellos puntos del Ebro donde se den las condiciones citadas. La alteración del Ebro, en el caso del lucio (y de otras especies exóticas que compartan sus requerimientos vitales) hizo de este río un ambiente idóneo para él, gracias a la multitud de presas que se han ido construyendo durante los años, que le ofrecen aguas tranquilas. Afortunadamente todavía no se ha constatado su presencia en ninguno de los embalses de cabecera, lo que sería muy negativo para todas las especies que allí habitan.          



ORDEN SALMONIFORMES
Familia Salmonidae
  • Trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss): esta especie lleva en nuestras aguas aproximadamente un siglo, aunque afortunadamente es incapaz de reproducirse en el medio silvestre. Quién sabe los estragos que ello habría causado para nuestra trucha común. Actualmente habita en tramos aislados de río y en algún que otro embalse. Los ejemplares presentes tienen dos orígenes distintos: individuos que escapan de las piscifactorías (y que se mantienen en los tramos más cercanos a estas) y sueltas realizadas por las administraciones para sustentar cotos intensivos de pesca, como ocurre en algunos tramos y en embalses como La Grajera o González-Lacasa. Pese a que no se reproduce, sí que presenta un peligro para el ecosistema, dado su carácter depredador y agresivo, sobre todo con otras truchas, pudiendo llegar a desplazar a la trucha común en ciertos lugares.

  • Trucha común (Salmo trutta): antiguamente poblaba casi todos los tramos fluviales de La Rioja, incluido el Ebro y los tramos bajos de sus afluentes. Sin embargo, años de alteraciones en los ríos, en forma sobre todo de extracciones de caudal y contaminación, hicieron que la trucha desapareciera del Ebro y de la mayoría de los tramos bajos y ríos más mediterráneos (los de la mitad oriental de La Rioja). Parece ser que se ha recuperado en algunos lugares, como el bajo Iregua, pero su población sigue siendo delicada, ya que es una especie muy sensible a las altas temperaturas y los bajos caudales, por lo que el escenario que trae consigo el Cambio Climático no es muy alentador para ella. Sin embargo, hablando en términos generales, se puede decir que mantiene poblaciones relativamente sanas en la mayor parte de los ríos occidentales (Oja, Najerilla e Iregua). Quedan poblaciones en algunos puntos del Leza, como el Cañón o sus afluentes de cabecera, y en los tramos altos del Cidacos, aunque por desgracia estas poblaciones son muy vulnerables dado el aislamiento en el que viven. También está presente en los embalses de cabecera, como Mansilla y Pajares, y en menor medida también en González-Lacasa. El hecho de ser la reina de la pesca en los ríos hace que sea la especie que más atención reciba. Un ejemplo son las escalas que se construyen en algunas presas para que las truchas puedan remontar, pero que sirven de poco o nada a otras especies también afectadas.    



ORDEN CYPRINIFORMES
Familia Cyprinidae
  • Carpa (Cyprinus carpio): parece ser que es una de las especies exóticas más antiguas con las que contamos. Es un pez originario de Asia Central y Oriental, que fue introducida en prácticamente todo el mundo. Se cree que llegó a España alrededor del siglo XVII. Sin embargo, se puede hablar de ella como una especie naturalizada, ya que no parece haber sido tan nociva para el resto de especies del Ebro, donde vive. Esto es porque necesita aguas tranquilas. No ha remontado ningún afluente, aunque sí que ha sido soltada en la mayoría de embalses, donde sí que puede tener efectos negativos para el ecosistema (depredación de huevos de otros peces, destrucción de la vegetación acuática, aumento de la turbidez de las aguas…). Actualmente ocupa todo el tramo riojano del Ebro y varios embalses y balsas (la mayoría de las que hay en el valle del Ebro, y también el embalse de González-Lacasa).
         
  • Carpín (Carassius carassius): su historia es análoga a la de la carpa, ya que también fue introducido en tiempos remotos. Tampoco parece haber sido muy nocivo. Menos incluso que la carpa, dado su reducido tamaño. En cuanto a su hábitat y distribución, lo mismo se puede decir que de la carpa. Aguas tranquilas. 

  • Barbo de Graells o del Ebro (Luciobarbus graellsii): anteriormente denominado Barbus graellsii. Probablemente el pez estrella del Ebro, por el que se extendía ininterrumpidamente. Sin embargo, a causa de alteraciones en el caudal, contaminaciones, obstáculos artificiales y las especies exóticas, sus poblaciones han mermado considerablemente a lo largo del tramo riojano del Ebro. Era abundantísimo años atrás, también en los tramos bajos de los afluentes del Ebro, por los que remontaba para reproducirse. Por desgracia los bajos caudales, el cada vez más abundante siluro y las presas parece que no dejan de afectar negativamente a sus poblaciones. Parece ser que también ha sido introducido en algún embalse, como el de González-Lacasa.

  • Barbo colirrojo o cachuelo (Barbus haasi): sustituye al barbo de Graells en aquellos tramos con poca agua para él, o también en tramos demasiado altos para el barbo del Ebro. Se le puede encontrar en todos los afluentes riojanos del Ebro, aunque en la mayoría de ellos su distribución se ha reducido, principalmente a causa de las alteraciones en el régimen fluvial, es decir, actuaciones que de una u otra manera cambien el régimen natural del caudal. De estas actuaciones destaca una por encima del resto: los embalses, que aparte de suponer una barrera infranqueable para los peces con sus enormes presas, dividiendo el río en tramos aislados, hacen que la temperatura y el caudal del río no sea natural, algo contra lo que esta especie, y muchas otras, adaptadas durante miles de años a unas condiciones de mediterraneidad no pueden hacer nada. Con todo ello, parece gozar de poblaciones relativamente sanas todavía en las partes medias y altas de los ríos orientales (Leza-Jubera, Cidacos y Alhama-Linares, y en el río Tirón. Su estado en los tramos bajos del Najerilla e Iregua no parece ser muy favorable, siendo mucho más abundantes años atrás.

  • Gobio ibérico (Gobio lozanoi): una de las pocas especies autóctonas a las que no parece irles del todo mal. A diferencia del barbo colirrojo, no remonta apenas por los afluentes. Goza de buen estado en muchos tramos del Ebro y en los tramos bajos de sus afluentes. En muchos de esos tramos representa una de las principales presas del siluro, lo que he podido comprobar al observar el contenido estomacal de varios ejemplares, especialmente los más jóvenes. Ha sido introducido en algunos embalses, como el de González-Lacasa y Mansilla. Presenta requerimientos similares en algunos casos a los del Barbo de Graells, aunque parece estar mejor adaptado a aguas sin mucha corriente. 

  • Piscardo o foxino (Phoxinus bigerri): antes llamado Phoxinus phoxinus. Recibe otros nombres vulgares como negrillo o chipa. Casi con total seguridad, el pez más extendido de toda La Rioja. Esto es debido a su pequeño tamaño (menores requerimientos espacio y alimento) y a su enorme adaptabilidad, manifestada en la gran variedad de hábitats que ocupa, yendo desde los tramos más tranquilos del Ebro hasta los tramos más montanos de los ríos occidentales e incluso lagunas alpinas, donde su presencia es en la mayoría de casos consecuencia de sueltas realizadas por el hombre, aunque en otras puede haberse debido a la propagación de sus huevas adheridas a las patas de aves acuáticas. Aún con todo, su hábitat preferido son tramos con corrientes moderadas de aguas frescas y bien oxigenadas. Es el principal compañero de la trucha en los tramos de montaña-el único en la mayoría de los casos-. Parece que no abunda mucho en los ríos más orientales, es decir, en los más mediterráneos.   

  • Bermejuela (Achondrostoma arcasii): antes llamada Chondrostoma arcasii. Ciprínido típico de los tramos mediterráneos de La Rioja. A día de hoy todavía resulta relativamente abundante en los ríos de la mitad oriental, aunque sus poblaciones se han reducido muchísimo o incluso han desaparecido de los de la mitad occidental. El caso más notorio es el del Iregua, casualmente-o no tanto- el río más alterado de La Rioja, por ser el que más población humana sustenta. Por lo tanto, y al no estar presente tradicionalmente en el Ebro, se podría afirmar que las principales causas del declive de la especie son las alteraciones físicas en el río, en forma de regulaciones del caudal, dragados y encauzamientos, y no las especies exóticas, a las que muchas veces se les echa la culpa de todos los males de los desatendidos peces continentales.
  • Madrilla o loína (Parachondrostoma miegii): antes conocida como Chondrostoma miegii. Situación similar a la de la bermejuela, aunque en este caso sí que, con clara culpa de las especies exóticas, ya que la madrilla vivía en el Ebro. De hecho, era junto al barbo de Graells la especie más abundante en este río en La Rioja. Formaban bancos de miles de ejemplares, que al remontar los afluentes para frezar constituían un verdadero espectáculo natural, tapando incluso el lecho de río de tantas que subían. Por desgracia, las mencionadas especies exóticas depredadoras del Ebro, y una vez más las alteraciones de los ríos, han hecho que la madrilla sea hoy muy escasa en el río Ebro y la mayoría de sus afluentes. De nuevo, el caso más triste es el del río Iregua, en el que resulta ya muy difícil encontrar ejemplares adultos, y no digamos ya grandes grupos. Parece que todavía resiste de manera favorable en el bajo Tirón y el bajo Najerilla. Al contrario que la bermejuela, no remonta tanto los ríos más orientales. Ha sido introducida también en los embalses de Mansilla y de González-Lacasa.
  • Alburno (Alburnus alburnus): las primeras citas de alburnos en La Rioja datan del año 1994. Ocupó muy rápidamente todo el Ebro riojano, desplazando por competencia casi directa a la madrilla. Por fortuna, no parece remontar los afluentes, aunque en alguno como el Leza sí que ha ascendido bastante distancia. Los últimos años parece que ha descendido algo su población en el Ebro. Sigue estando presente en todo el tramo, aunque ya no se pesca tan abundantemente como antes. Quizás la especie tuvo una explosión demográfica al principio, pero una vez equilibrada con el medio ha disminuido. Puede que otra explicación sea que dada su abundancia los siluros se alimentaron en grandes cantidades de alburnos. Hay varias teorías posibles. Ha sido introducido en algún embalse, como el del Perdiguero, en Calahorra y el de Yalde, donde su población es abundante.
  • Cacho, bagre o bagra (Squalius laietanus): anteriormente se le denominaba Squalius cephalus, pero se ha comprobado que no pertenece a esa misma especie, propia de Francia. Es quizás el habitante más extraño de esta lista. Por lo que he investigado y comprobado hablando con diversas fuentes, nunca fue un pez abundante. Hay alguna cita suya en las partes bajas del Ebro riojano, como Calahorra, Pradejón o Alfaro, pero las más recientes datan de 1991, 1990 y 1995 respectivamente. Parece ser que nunca ha ascendido por ninguno de los afluentes, y según diversos estudios sobre la especie, siempre fue más propio de tramos bajos del Ebro y de afluentes de esa zona. Seguramente la principal causa de su declive haya sido la contaminación y la presencia de especies exóticas.
  • Tenca (Tinca tinca): hubo cierta discusión durante mucho tiempo acerca de si se trataba de una especie autóctona o por el contrario había sido introducida en tiempos remotos, de manera similar a lo que ocurría con la carpa o el carpín. Sin embargo, parece que ya hay cierto consenso en que se trata de una especie autóctona. En La Rioja parece que nunca fue muy abundante. Necesita aguas muy calmadas y con abundante vegetación acuática. Habitaría por tanto en las madres del Ebro (meandros abandonados, remansos o incluso lagunas que se formaban como consecuencia de una gran crecida del río, tras la cual este cambiaba su curso). La desaparición o degradación de estos ambientes a causa de la contaminación y la alteración del cauce parece que han dejado sin lugares para vivir a la tenca, afectada también muy negativamente por los depredadores exóticos. Se han realizado reintroducciones en algunas balsas del valle del Ebro, aunque al haber en todas ellas especies exóticas, no parece que sus poblaciones lleguen a medrar en ninguna de ellas.

Familia Cobitidae
  • Lamprehuela (Cobitis calderoni): la lamprehuela pertenece a la familia de los cobítidos, como la colmilleja, y esta es una familia de peces bastante sensible a las alteraciones humanas en los ríos, por lo que se ha comprobado. Para empezar, el hecho de que carezcan de vejiga natatoria (órgano con el que los peces regulan la flotabilidad) les impide tener un nado ágil, relegándolas a una vida bentónica, es decir, en el fondo. Por ello, las alteraciones en los cauces o en los caudales dejan a estas pequeñas especies sin lugares donde vivir, ya que necesitan tramos tranquilos, donde refugiarse, descansar, reproducirse y buscar alimento. Necesitan además sustratos más bien arenosos, finos, que se han reducido como consecuencia de los dragados, quedando solamente enormes extensiones de grandes cantos rodados. El caso que más conozco es el del bajo Iregua. En este tramo antes podían verse lamprehuelas con cierta frecuencia. Sin embargo, hace años que no veo ni una sola. En mi opinión esto es debido directamente al estado del cauce, que fue dragado por completo años atrás para construir un parque, convirtiéndose en un tramo rectilíneo y homogéneo en cuanto a hábitats fluviales se refiere. Esto unido a las alteraciones del caudal, soltando agua muy fría de los embalses de cabecera en pleno verano, y a las especies exóticas que no permiten que la lamprehuela se extienda por el Ebro, hacen que la especie esté sufriendo un acusado declive. De no realizarse actuaciones claras en pos de su conservación, esta especie lo pasará realmente mal en el futuro. Su distribución es bastante reducida, estando presente tan solo en los tramos bajos del Tirón, el Najerilla, el Iregua y el Leza (según la guía, aunque como ya he dicho su situación actual es más que preocupante y sería necesario realizar un nuevo muestreo para actualizar su situación y tomar las oportunas medidas). Afortunadamente no todo son malas noticias, y según un estudio realizado en 2010 a nivel nacional, en el río Tirón a la altura de Herramélluri se da una de las mayores densidades de lamprehuelas de toda España.    

  • Colmilleja (Cobitis paludica): caso similar al de la lamprehuela, aunque aún peor. Esta especie, a diferencia de la lamprehuela, sí que era propia del Ebro, pero desapareció por culpa de todos los factores comentados. Quedó relegada a los tramos más bajos y a las desembocaduras de sus afluentes, y finalmente se extinguió también de esos lugares. En La Rioja nos habríamos despedido de ella de no ser por las que quedan en el embalse de Mansilla, a donde llegaron de manera artificial. Se dice que los pescadores las transportaban vivas hasta allí, para utilizarlas como cebo vivo para capturar grandes truchas. Los ejemplares que no habían utilizado al final de la jornada eran liberados en las aguas del embalse, y fue así que terminaron formando una población, bastante sana de hecho, ya que hoy en día es relativamente común en esas aguas, que, pese a no ser su distribución natural, presentan unas condiciones similares a sus zonas originarias, aguas sin demasiada corriente y limpias.    


Familia Balitoriidae
  • Pez lobo o lobo de río (Barbatula quignardi): antiguamente llamado Barbatula barbatula. Al igual que los cobítidos, carece de vejiga natatoria. Y también al contrario de ellos, parece que su situación no es tan negativa. Es un pez mejor adaptado a las aguas frías y rápidas, por lo que también habita tramos altos, y en los bajos ha podido sobrevivir mejor a las alteraciones de los caudales por los embalses. Incluso se está recuperando en el río Ebro, donde cada vez encuentro más ejemplares. Su distribución actual es amplia, llegando desde el citado Ebro hasta ciertas zonas de cabecera, sobre todo en el alto Iregua, donde habita varios de sus afluentes, incluso el lejano río Mayor, que viene desde el soriano municipio de Montenegro de Cameros. Las presas, sin embargo, suponen una barrera que impide la conectividad de sus poblaciones. Es menos abundante en los ríos más mediterráneos de la mitad oriental, y falta en alguno. En el río Tirón a su paso por Herramélluri se da una de las mayores densidades de pez lobo a nivel nacional, según un estudio de 2009-2010.




*Quizás una explicación del declive de la lamprehuela, pero la buena situación del pez lobo sea que la primera necesita zonas de arena o grava fina para depositar sus huevos, mientras que el pez lobo puede ponerlos sobre la vegetación o en grandes piedras. Estos lugares de sustrato fino se han visto reducidos a causa de las alteraciones morfológicas del cauce, principalmente dragados y encauzamientos. Además, la lamprehuela necesita de aguas muy oxigenadas, lo que podría impedir que viviera en el Ebro.
ORDEN CYPRINODONTIFORMES
Familia Poeciilidae
  • Gambusia (Gambusia holbrooki): especie exótica invasora que pese a su diminuto tamaño representa un peligro enorme para las especies autóctonas, dados su agresividad, su apetito y su enorme capacidad reproductivo y adaptativo. En La Rioja fue citada por primera vez en el año 2002, en algún punto aislado del Ebro, en el tramo bajo del Tirón y en el Embalse del Perdiguero. Sin embargo, y por suerte, parece ser que la especie no medró, y actualmente parece estar presente solo en la parte más baja del Ebro, que por tener más meandros y zonas calmadas es más favorable para ella. Sin embargo, y por suerte, parece no ser abundante en las zonas donde se da. Esto puede ser debido a sus requerimientos de hábitat. No tolera nada de corriente. Esto puede ser la causa de que el tramo riojano del Ebro no sea adecuado para ella, ya que, a diferencia de zonas más bajas, como el tramo de Zaragoza, que está plagado de gambusias, nuestro tramo aún conserva extensas zonas de corrientes.  Parece ser que también han aparecido en alguna que otra balsa de La Rioja Baja.


ORDEN PERCIFORMES
Familia Blenniidae
  • Pez fraile o blenio de río (Salaria fluviatilis): única especie de pez incluida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de La Rioja, en la categoría de Peligro de Extinción. Ha disminuido muchísimo en toda España, y en La Rioja, principalmente como consecuencia de las alteraciones en los cauces y en el Ebro por la introducción de depredadores exóticos. Su vejiga natatoria atrofiada hace que no sea un nadador hábil, y que necesite de tramos con alternancia de pozas, remansos y rápidos, es decir, lo que sería un río en su estado natural. Sobrevive en el tramo bajo del Tirón y del Najerilla, y en varios puntos del Ebro, así como en el Canal de Lodosa y en ciertas balsas de riego del valle. En el Iregua ocurre lo mismo que con la lamprehuela. Afortunadamente parece que su situación ha mejorado ligeramente y se está alejando poco a poco de la situación crítica en la que se encontraba, aunque sigue siendo muy vulnerable a cualquier alteración. He visto peces fraile en alguno de los afluentes del Ebro de su margen izquierda, en la provincia de Burgos, y también en el embalse de Mequinenza. Estos hechos me hacen pensar que realmente, lo que más ha perjudicado al pez fraile han sido las alteraciones del caudal y la temperatura por culpa de los embalses de cabecera, y también los dragados y encauzamientos, y no las especies exóticas. Apoyo mi teoría en que los ríos en los que he observado la especie en Burgos eran ríos muy poco alterados, aunque estuvieran mucho más lejanos al Ebro. Y en segundo caso, en Mequinenza, donde la población de especies exóticas depredadoras es enorme, el pez fraile resultaba también muy abundante.    
   

Familia Percidae
  • Perca europea (Perca fluviatilis): especie exótica procedente de Europa. La situación de esta especie en La Rioja es dudosa. Oficialmente no está presente, aunque son numerosos los testimonios que afirman que está o estuvo en alguna balsa de la Rioja Baja. De todas formas, no sería algo extraño, ni improbable en el futuro, ya que está presente y de manera muy abundante en el embalse de Ullibarri-Gamboa, en la vecina ciudad de Vitoria.  

  • Lucioperca (Sander lucioperca): también se trata de una especie invasora. Esta sí que está confirmada en La Rioja, como consecuencia de pescadores irresponsables que no cesan de llevarla de un sitio a otro aumentando así su área de distribución. Como los puntos más cercanos a La Rioja desde los que pudo haber sido traído están el embalse de La Cuerda del Pozo, en Vinuesa, Soria, y tramos más bajos del río Ebro, donde está presente desde hace varios años. Por desgracia, algunas personas irresponsables la trajeron, y actualmente está presente en dos embalses: Valbornedo en Navarrete y El Perdiguero en Calahorra, y muy probablemente también en ciertos tramos del Ebro, con presencia aún irregular. Supone un gran peligro para las ya diezmadas especies autóctonas del Ebro. Por suerte, y al igual que el resto de exóticas, sus preferencias por las aguas calmadas impedirán que remonten los afluentes, donde las especies autóctonas encontrarán refugio, siempre y cuando se dejen de alterar.

Familia Centrarchidae
  • Black bass o perca americana (Micropterus salmoides): especie exótica que llegó a España hace ya muchos años, allá por los 60, traída al igual que el lucio por la propia Administración. Llegó a ocupar extensos tramos del Ebro, aunque a día de hoy su presencia en este río se ha reducido notablemente, seguramente por las crecidas periódicas, a las que no esta adaptada esta especie, propia de lagunas o ríos muy calmados de Norteamérica. Hoy sí que puede resultar abundante en ciertas balsas del valle del Ebro.

  • Percasol o pez sol (Lepomis gibbosus): historia similar a la de su pariente el black-bass, aunque de aparición más reciente. No fue traído para ser pescado, ya que rara vez supera los 15 cm en nuestras aguas, sino que era objeto de los aficionados a los acuarios, por sus llamativos colores. Sin embargo, es una especie muy agresiva y se ha comprobado que desplaza a las especies autóctonas, siendo nocivo incluso para los anfibios. Le ocurre parecido que al black bass, aunque parece que sus poblaciones se han mantenido más estables. Es muy abundante en ciertos embalses, como La Grajera o Valbornedo.    



ORDEN SILURIFORMES
Familia Siluridae
  • Siluro (Silurus glanis): sin duda alguna la especie invasora más famosa de nuestros ríos. El gigante europeo llegó a España por culpa de un ictiólogo alemán que los soltó en Mequinenza con el pretexto de controlar las poblaciones de carpa. Pronto el siluro fue remontando, ayudado también por algunas personas que lo van moviendo de tramo en tramo. En La Rioja ya ocupa todo el Ebro, y por suerte no ascenderá a los afluentes ya que necesita grandes caudales. Tolera bien la corriente, aunque también medra en aguas quietas. Se alimentará de cualquier animal que pueda capturar, y en el Ebro causa un gran impacto en las poblaciones ya maltrechas de barbo de Graells. Su primera cita en La Rioja data del año 2003.



Familia Ictaluridae
  • Pez gato negro (Ameiurus melas): conocido antes como Ictalurus melas. Llegó mucho antes que el siluro, en 1990, y sin embargo a día de hoy es mucho más escaso. Quizás sea porque es un pez más propio de aguas calmadas, no como el siluro que se encuentra muy cómodo en zonas de corriente y rápidos. Aparece en puntos aislados del Ebro (sobre todo en la parte más baja) y en alguno de los embalses del valle, a causa siempre de sueltas ilegales realizadas por particulares. 



ASPECTOS IMPORTANTES
  • Nombres comunes: nótese que muchas especies tienen más de un nombre común o vulgar, que, por si fuera poco, cambia dependiendo de la zona geográfica, o incluso es compartido por más de una especie. Esto siempre supone un problema al hablar de fauna-y también de flora-, pero el problema es aún mayor en el caso de los peces, ya que son el grupo de vertebrados menos conocido por el grueso de la sociedad. Por ello es tremendamente importante fijarse en los nombres científicos, que son exclusivos para cada especie, sin importar el lugar.
  • Las presas: como explico en este análisis, las presas son seguramente la alteración más grave en los ríos-y no lo digo solo yo, sino multitud de estudios y pruebas-. Suponen una barrera que los peces no pueden superar, lo que hace que el río quede dividido en dos tramos aislados, sin conectividad genética en las poblaciones, lo que a la larga hace que la genética de las especies se deteriore. Además, inundan el tramo aguas arriba, donde se crea el embalse, originando un medio totalmente nuevo, al que muchas especies no están adaptadas, y funcionando en muchos casos como imán de especies exóticas, que la gente suelta en ellos y que medran por estar más adaptadas a aguas calmadas y cálidas. Aguas abajo el problema es todavía más grave. El agua que sale de la presa está muy fría, por proceder del fondo del embalse, lo que obviamente altera el hábitat entero del río, impidiendo incluso que ciertas especies se reproduzcan, por lo que desaparecen. Además, las presas sirven para regular el agua del río, con vista al uso que el ser humano haga de ella, que generalmente es para riego. Esto hace que los embalses acumulen agua durante las épocas de lluvia, y la suelten en verano. Esto, que puede parecer incluso bueno, ya que evita que el río se quede con poco caudal, es enormemente dañino para nuestras especies autóctonas, que llevan miles o millones de años adaptándose al régimen mediterráneo de los ríos, por lo que ellos están mil veces mejor preparados para soportar condiciones de poca agua (poco oxigenada y caliente) en verano, que mucha y fría.
  • Alteraciones en los cauces: otro gravísimo factor negativo para los peces. Durante décadas se ha optado por tratar de dominar a los ríos y someterlos a nuestros caprichos. Se han dragado cauces, se han encauzado tramos enteros, se han extraído gravas, etc. Todo para que el agua circule de manera rápida y recta, y evitando que el río se desborde. Esto transforma un ecosistema heterogéneo y megadiverso en algo muy simple y homogéneo, perdiendo multitud de pequeños hábitats vitales para muchas especies.
  • El embalse de Mansilla: la paradoja del papel de los embalses en la conservación de especies. El embalse de Mansilla regula las aguas en la cabecera del río Najerilla. Es muy antiguo y su presa es enorme. Supone, como digo, una paradoja. Presenta todos los efectos negativos de un embalse, por supuesto, y bastante graves dadas las grandes dimensiones de su presa. Altera un río de incalculable potencial ecológico, como es el Najerilla, antaño uno de los mejores ríos trucheros de España, pero, sin embargo, supone una nueva oportunidad para varias especies. El caso más destacado es el de la colmilleja, que encuentra aquí, y por casualidad, su último reducto en toda La Rioja. Pero son muchas otras las que, habiendo visto como sus hábitats en el resto de la comunidad se degradaban, han encontrado en Mansilla un segundo hogar. El embalse de Mansilla supone un símil a lo que representaba el río Ebro con sus afluentes. El embalse actúa como si fuera el Ebro, con aguas calmadas y oscuras. Y los ríos de montaña que mueren en él actúan a pequeña escala como los afluentes del Ebro. Por ello, especies como la madrilla, el gobio o el barbo colirrojo, y la citada colmilleja, encuentran aquí todo lo necesario para prosperar, ya que son especies propias de la transición entre tramo bajo y medio. Incluso cuenta con su propio gran depredador, y autóctono: la trucha, que también habitó el Ebro hace mucho. El único peligro es que algún descerebrado introduzca aquí alguna especie exótica, lo que podría ocasionar la extinción de una o todas las especies nombradas.
  • Las especies exóticas: sobra decirlo, pero está claro que las especies exóticas suponen un gravísimo problema para los ecosistemas. En el caso de algunas especies autóctonas, son la mayor amenaza. Por tanto, es imprescindible primero evitar la llegada de nuevas especies, y después no facilitar la expansión de las que ya tenemos. Y esto lo digo como pescador que soy, pero amante de la naturaleza primero. Sin embargo, creo que en ocasiones se les quiere echar toda la culpa de lo que les ocurre a las especies autóctonas, cuando creo que es más grave el trato que se le da a los ríos por parte de la población, tolerado e incluso motivado a veces por las distintas administraciones.

Aquí dejo algunos enlaces de interés relacionados con los peces de La Rioja y de España:

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